Verdadera grandeza para con Dios
Ninguna carne (o nadie), dice Pablo, se gloriará (o jactará) ante Dios; la palabra “carne” refiriéndose a la humanidad alienada (o separada) de Dios y persiguiendo sus propios objetivos y deseos. Esta declaración ofende el orgullo humano, pero aquí se muestran las razones por las que Dios libremente perdona, recibe y reconcilia personas consigo mismo.