El vínculo duradero del matrimonio se establece con su “deuda” de amor, cuidado y placer, y su concepto de liderazgo, unido a la participación. También se explica la enseñanza de Pablo sobre el matrimonio (que es divinamente inspirada, pero a menudo se cuestiona), las circunstancias del divorcio y cómo se prueba la fidelidad del Señor en el matrimonio.