Nunca fuera de su cuidado

Este pasaje muestra que el deber del creyente de respetar a las autoridades civiles se aplica también a los jefes, incluso a los injustos. Nuestra obediencia es recompensada por Dios. Cuando fuimos llamados a Cristo vimos Su paciente perseverancia. Nos salvó y nos llamó a ser como Él.