Nuestra respuesta a tareas imposibles
‘Después de estas cosas, Pablo partió de Atenas y fue a Corinto. Y hallando a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, que hacía poco que había venido de Italia, y a Priscila su mujer (porque Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma), fue a ellos y, como era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajaban juntos, porque el oficio de ellos era hacer tiendas.’