La unidad del espíritu

Efesios 4:1-3

Comenzando con los requisitos previos para el compañerismo cristiano, Pablo presenta siete razones que sostienen la unión cercana dentro de las iglesias, cada una de las cuales siendo un gran estímulo. Vemos lo que significa ser un cuerpo, bajo un solo Espíritu Santo, con una esperanza eterna, un Señor, una fe, un bautismo y un Padre.

Otros sermones de la Epístola del Apóstol Pablo a los Efesios

La coraza de justicia
La espada del Espíritu
La necesidad diaria del cristiano


La carta de Pablo a los Efesios es una de las epístolas más importantes del Nuevo Testamento. Éfeso era una grande y rica ciudad costera que hacía parte de importantes rutas comerciales. Localizada en la actual Turquía, Éfeso era una ciudad famosa por su enorme Templo de Artemisa (o Templo de Diana), una de las siete maravillas del mundo antiguo. Pablo residió allí durante dos años y el Evangelio hizo un progreso tremendo. Tan grande fue el avance del evangelio, que los hechiceros convertidos quemaron voluntariamente sus libros y los idólatras destruyeron sus ídolos, hasta el punto de que los plateros se alarmaron por la pérdida del comercio.

El apóstol Pablo escribió esta carta a la iglesia de Éfeso desde una prisión romana alrededor del año 60 d. C. Es un testimonio de la firmeza de su fe resistiendo tremendas presiones.

En aquel entonces era común que si tenías un oficio tenías que pertenecer a un gremio de comerciantes. Pero la pertenencia a estos gremios demandaba del afiliado la asistencia a fiestas en honor a los ídolos, cuestión que era obligatoria. Los cristianos no asistían, y, por lo tanto, eran despedidos de su oficio, teniendo que aceptar trabajos serviles para poder “llegar a fin de mes”. Luego estaba la filosofía griega, pues Éfeso era una de las grandes sedes del conocimiento; los cristianos resistieron, y fueron considerados tontos. Pero además de la idolatría y de la filosofía, los creyentes de Éfeso también tuvieron que resistir la reinante y desbordante opulencia, escogiendo vivir estilos de vida sencillos y caritativos. Afortunadamente, Pablo se regocijó de que la fe de los hermanos de Éfeso resistiera estas presiones y tentaciones, y a través del testimonio de ellos Cristo fue magnificado y Su nombre conocido ampliamente.

La estructura de la epístola a los Efesios es maravillosa. La primera parte es doctrinal, con una tremenda enseñanza sobre la gracia, mientras que la segunda parte es de aplicación para los cristianos, todo uniéndose en un equilibrio perfecto. Esta epístola proporciona el retrato más completo de la iglesia en el Nuevo Testamento; utiliza una variedad de poderosas metáforas sobre la iglesia universal y local. Dice mucho sobre los roles de los miembros de la Trinidad, y además, sus lectores reciben grandes enseñanzas sobre la gracia, la depravación humana, la predestinación y elección de Dios, la naturaleza irresistible de la gracia, y la perseverancia de los santos.

También revela el plan de Dios para la iglesia universal: judíos y gentiles convertidos iguales en Cristo Jesús. Nos enseña acerca del matrimonio cristiano y los deberes de los esposos, esposas e hijos dentro de la familia, y establece normas para los siervos y amos creyentes.

Además, esta epístola dice mucho acerca de la guerra cristiana y los métodos que utiliza el diablo para tratar de derribarnos. Aquí hay una instrucción preciosa e inestimable sobre cómo estar alerta y comportarnos en esa guerra. No es de extrañar, entonces, que el gran reformador Juan Calvino llamara a Efesios una carta “de oro”.