«Los malos serán trasladados al Seol, todas las gentes que se olvidan de Dios. Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente».
«Los malos serán trasladados al Seol, todas las gentes que se olvidan de Dios. Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente».